El peso mexicano arrancó la semana con una ligera ganancia frente al dólar, cotizándose en 16.64 unidades por billete verde, impulsado por una baja en la demanda internacional del dólar estadounidense y la expectativa de una pausa en los aumentos de tasas por parte de la Reserva Federal.
Esta apreciación es vista por algunos analistas como una señal de estabilidad económica en México, mientras otros advierten que podría tratarse de un movimiento temporal en medio de un entorno global volátil. Factores como la proximidad de elecciones presidenciales en EE.UU., las tensiones con China y la reciente decisión de México de suspender la importación de pollo brasileño por gripe aviar también podrían influir en los mercados cambiarios.
El fortalecimiento del peso beneficia a los importadores, pero representa un reto para exportadores y para quienes dependen del ingreso de remesas, ya que cada dólar enviado desde el extranjero vale menos en territorio nacional.