En una reunión clave realizada en Londres este 9 de junio, funcionarios de Estados Unidos y China retomaron el diálogo sobre comercio, tecnología y minerales estratégicos. El encuentro busca establecer una tregua comercial, lo que podría beneficiar indirectamente a México a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Las negociaciones buscan disminuir las tensiones que han afectado el comercio bilateral durante años, especialmente en sectores como semiconductores, vehículos eléctricos y materias primas. La normalización comercial entre las dos mayores economías del mundo tiene un efecto dominó en las cadenas de valor globales, muchas de las cuales pasan por territorio mexicano.
Para México, esto representa una oportunidad de oro para fortalecer su posición como socio estratégico en Norteamérica. Las industrias que participan en procesos de nearshoring podrían beneficiarse si las tensiones bajan y se establecen reglas claras para el comercio internacional.
Los mercados reaccionaron positivamente ante las señales de distensión: las bolsas asiáticas cerraron al alza y el dólar retrocedió frente a varias monedas, incluido el peso mexicano. Se espera que, si las negociaciones prosperan, haya un repunte en las exportaciones mexicanas hacia EE. UU., especialmente en sectores de manufactura avanzada.
