Las PyMEs son un componente fundamental de la economía de la frontera norte de México, generando empleo y contribuyendo al dinamismo local. Sin embargo, la implementación del T-MEC presenta tanto desafíos como oportunidades para estas empresas.
Entre los desafíos se encuentran la necesidad de cumplir con estándares de calidad y normativas internacionales, la competencia con empresas más grandes y la adaptación a las nuevas reglas de origen. Para muchas PyMEs, la inversión en tecnología, capacitación y certificación puede ser una barrera de entrada.
No obstante, el T-MEC también abre importantes oportunidades. La posibilidad de integrarse a las cadenas de valor de empresas más grandes en Estados Unidos y Canadá, la creciente demanda de productos y servicios en la región y el acceso a nuevos mercados representan un potencial de crecimiento significativo para las PyMEs fronterizas que logren adaptarse y ser competitivas. Programas de apoyo gubernamental y la colaboración entre empresas son clave para que las PyMEs puedan aprovechar al máximo los beneficios del T-MEC.
