Con el auge del comercio internacional, México ha intensificado su vigilancia sobre las operaciones de importación, especialmente en lo que respecta a la subvaluación de mercancías, una práctica que afecta tanto a la recaudación fiscal como a la competencia leal entre empresas.
Pero cuando se detecta subvaluación, ¿quién es el responsable legal? La respuesta no siempre es simple, pero es fundamental para quienes participan en operaciones de comercio exterior.
¿Qué es la subvaluación?
La subvaluación ocurre cuando una mercancía importada se declara con un valor menor al real con el fin de pagar menos impuestos y derechos aduaneros. Esta práctica puede parecer una “estrategia” para reducir costos, pero en realidad constituye una infracción grave ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM).
Responsabilidad legal
Según el marco normativo mexicano, el importador es el principal responsable de la información proporcionada ante la aduana. Esto incluye el valor de la mercancía, la clasificación arancelaria y el origen. Si se detecta subvaluación, el importador puede enfrentar:
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Multas económicas elevadas
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Detención o embargo de mercancías
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Inclusión en listas de empresas de riesgo
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Responsabilidad penal, en casos de fraude fiscal
En algunos casos, también puede haber responsabilidad compartida con el agente aduanal, especialmente si se demuestra que hubo complicidad o negligencia en la revisión de la documentación.
¿Qué hacer para protegerse?
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Verificar el valor real de la mercancía: Comparar precios internacionales y consultar bases de datos de precios de referencia.
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Conservar documentación de respaldo: Facturas, cotizaciones, contratos y comunicaciones con el proveedor.
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Trabajar con agentes aduanales confiables: Que cuenten con experiencia y se mantengan actualizados en normativas.
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Utilizar servicios de auditoría preventiva: Para revisar operaciones antes de ser fiscalizadas.
Mayor vigilancia, mayor responsabilidad
Con el nearshoring y el incremento de operaciones comerciales, las autoridades están intensificando los controles y auditorías. Por eso, hoy más que nunca, es crucial que los importadores mantengan procesos transparentes y documentados, evitando riesgos innecesarios.